En cada fiesta te sacan un pastel de cumpleaños, y cada vez que llega un evento importante te afanas en la cocina o en la pastelería para encontrar la mejor tarta posible para ese cumpleaños concreto. Hay tartas de todas las formas, colores y gustos, y para que no te olvides de cuántos años acumulas te ponen velas, muchas velas… Pero, ¿de dónde viene la costumbre de celebrar el paso de los años con un postre en forma de pastel con velitas encima?
Pues no, no fueron los romanos, ni los griegos, ni los egipcios ni Leonardo Da Vinci… Fue a finales del siglo XVIII (no hace tanto, ¿verdad?) que los alemanes idearon celebraciones infantiles con tartas donde los niños recibían una vela por cada año que habían vivido, y otra más para simbolizar el deseo de vivir por lo menos un año más.
Las llamas debían estar encendidas durante todo el día y eran reemplazadas cuando quedaban consumidas. Al final de la jornada se apagaban de un soplido. Se creía que el humo que despedían las velas al apagarse ayudaba a trasladar a Dios el deseo que todos tenemos derecho a pedir por nuestro cumpleaños.
Artículo completo: El curioso origen de la tradición de soplar las velas de cumpleaños
¡Espera, espera! ¡Quizá sí que fueron los griegos! Según otra teoría, el origen de las velas de cumpleaños no está en Alemania si no en la Antigua Grecia donde se ofrecían dulces redondos a la diosa de la Luna, Artemisa. Los dulces eran redondos como la luna y tenían una vela que se soplaba para que el humo trasladara los deseos pedidos por los mortales a la diosa.
Hay leyendas para todos los gustos. Como que la tradición de soplar las velas surgió durante el cumpleaños de Alejandro III de Macedonia. Al no tener electricidad en aquella época, sus criados utilizaron las velas para alumbrar y adornarlo todo alrededor del bufete.
O que el círculo y las velas te protegían de malos espíritus durante todo el año.
Sea como fuere, la tarta, las velas y soplarlas para que se cumplan nuestros mejores deseos después de que nos deseen y canten cumpleaños feliz son ya tradiciones muy enraizadas y han dejado de ser fiestas consideradas paganas por la iglesia. ¿Has visto alguna vez una fiesta sin tarta y sin vela?
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